Y cierto ... cuando una de aquellas chicas de cabello blanco me invito a bailar ... me explicaba que ella no era buena bailarina (mentira, pues me hizo que tomara el ritmo al llevarme por la pista...) que lo importante era dejarse llevar por esas sensaciones internas que provoca las notas de esos danzones ....
A la mente se me vino aquellas tardes y noches de baile en casa de Don Juan ... cuando ya entrado en copas, Doña Irene a falta de su Sr. Esposo, los amigos de su hijo le serviamos de bailarines ...
Pase casi tres horas deleitandome viendo sonrisas de caballeros y bellas damas en sus epocas ya otoñales ...
Como hay cosas en mi ciudad que pueden albergar tantos buenos sentimientos y sensaciones ... Solo hay que dejarse admirar por ellas ...
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